Clima Laboral (CLL)


Pregunta: Valoración general del equipo directivo

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

La valoración del equipo directivo por parte del profesorado es un indicador central de la salud organizativa interna.


Los docentes son quienes ejecutan el proyecto educativo y su percepción de la dirección refleja la calidad del liderazgo, la claridad de la visión institucional y el nivel de apoyo que reciben para su labor.


Un equipo directivo bien valorado por los profesores facilita la coordinación pedagógica, el compromiso con las metas del centro y la cohesión del personal.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un puntaje bajo puede significar falta de comunicación clara, escasa participación docente en decisiones, percepciones de favoritismo o poca cercanía.


Esto suele generar desmotivación, resistencia a los cambios, clima laboral tenso y disminución del compromiso.


A largo plazo, puede provocar rotación de profesorado, baja innovación pedagógica y menor alineación con el proyecto educativo.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Cuando los docentes valoran positivamente a la dirección, hay confianza mutua, sentido de pertenencia y colaboración fluida.


Esto se traduce en mejor coordinación académica, disposición a innovar y resolver problemas, así como un clima laboral más estable y positivo.


Un equipo directivo bien valorado actúa como motor de motivación y mejora indirectamente el rendimiento del alumnado.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritario 1:


  • Realizar reuniones periódicas por etapas o departamentos para escuchar y responder a inquietudes.
  • Usar canales digitales internos para informar decisiones y avances de manera transparente.


Prioritario 2:


  • Involucrar a representantes del profesorado en comisiones o grupos de trabajo para proyectos institucionales.
  • Consultar antes de implementar cambios que afecten directamente la práctica docente.


Prioritario 3:


  • Asegurar retroalimentación constructiva y personalizada sobre el trabajo docente.
  • Proporcionar recursos, formación y soporte técnico que faciliten la labor educativa.



Prioritario 4:


  • Establecer espacios de reconocimiento interno (reuniones, boletines, murales) para destacar logros docentes.
  • Generar actividades que fortalezcan la cohesión del equipo (jornadas internas, talleres colaborativos).