Competencias Emocionales
Docentes (CED)
Pregunta: Nos enseña a relajarnos cuando
estamos nerviosos
Por qué esta pregunta es relevante
Este indicador evalúa la capacidad del profesorado para acompañar a los estudiantes en la gestión emocional, particularmente en situaciones de estrés o nerviosismo.
En el contexto escolar, donde las presiones académicas, sociales y personales pueden generar ansiedad, contar con docentes que fomenten estrategias de relajación contribuye a un clima escolar más positivo y seguro.
Además, está alineado con competencias socioemocionales que impactan directamente en la atención, la participación y el rendimiento académico.
Implicaciones de un resultado bajo
Un resultado bajo indicaría que los estudiantes no perciben que sus profesores les ayuden a manejar el nerviosismo o el estrés, lo que puede derivar en:
- Mayor incidencia de ansiedad antes de exámenes o actividades evaluadas.
- Dificultades para concentrarse y procesar la información en clase.
- Clima emocional menos favorable, afectando la confianza y la participación.
A largo plazo, esto podría impactar en la motivación escolar y en el desarrollo de habilidades para enfrentar retos fuera del entorno educativo.
Ventajas al tener un resultado alto
Un resultado alto refleja que el profesorado integra prácticas de regulación emocional en su enseñanza, lo que genera:
- Estudiantes con mayor capacidad de autocontrol y resiliencia.
- Mejora en la concentración y el rendimiento académico, al reducir el impacto de la ansiedad.
- Fortalecimiento del vínculo docente-estudiante, ya que los alumnos sienten apoyo y comprensión.
- Un clima escolar más armónico y colaborativo, con menor incidencia de conflictos derivados del estrés.
Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Prioritario:
Capacitación docente en manejo socioemocional:
- Ofrecer talleres de formación en técnicas de relajación, respiración consciente y mindfulness adaptadas a edades escolares.
- Incluir estrategias de educación socioemocional dentro de las planificaciones de clase.
Incorporar rutinas breves de relajación en el aula:
- Iniciar o cerrar la clase con ejercicios de respiración profunda de 1-2 minutos.
- Implementar micro-pausas activas para estiramiento y relajación cuando se detecte tensión o fatiga.
Comunicación y modelado:
- Los docentes pueden modelar conductas tranquilizadoras cuando los estudiantes enfrentan situaciones estresantes.
- Validar las emociones de los estudiantes y proponer herramientas concretas para calmarlas.
Espacios y recursos de apoyo:
- Habilitar un rincón tranquilo en el aula o escuela para momentos de calma.
- Facilitar recursos visuales (carteles, tarjetas) con recordatorios de técnicas de relajación.