Cuestionario Ofsted para el Alumnado


Pregunta: Mi escuela me anima a cuidar mi salud emocional y mental

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

La salud emocional y mental es un factor clave para el bienestar integral de los estudiantes y docentes.


Cuando un colegio fomenta activamente este cuidado, está contribuyendo no solo al rendimiento académico, sino también al clima escolar positivo y a la formación de personas resilientes.


Este indicador refleja el nivel de compromiso institucional hacia la educación socioemocional y la prevención de problemas como ansiedad, estrés o desmotivación.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un resultado bajo indicaría que los estudiantes o miembros de la comunidad educativa no perciben apoyo suficiente para gestionar sus emociones o cuidar su bienestar mental.


Esto puede derivar en mayores niveles de estrés, problemas de convivencia, desmotivación académica y ausentismo.


Además, puede debilitar la relación de confianza entre alumnos y escuela, lo cual afecta directamente la percepción de seguridad y pertenencia.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Un resultado alto refleja que la institución genera un entorno donde los estudiantes se sienten escuchados, acompañados y valorados en su dimensión emocional.


Esto favorece el compromiso académico, la participación activa, la disminución de conflictos escolares y el fortalecimiento de la autoestima.


Asimismo, mejora la imagen de la escuela como un lugar seguro y saludable, lo que impacta positivamente en la retención y atracción de nuevas familias.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Capacitación docente prioritaria: formar a los profesores en estrategias de educación emocional (identificación de emociones, manejo de la frustración, resolución pacífica de conflictos).
  • Espacios seguros de escucha: habilitar programas de tutorías, consejería escolar o “aulas de descompresión” donde los estudiantes puedan hablar de lo que sienten.
  • Rutinas de autocuidado: incorporar en la jornada escolar actividades breves como ejercicios de respiración, pausas activas, círculos de diálogo o mindfulness.
  • Campañas institucionales: realizar jornadas de sensibilización sobre la importancia de la salud mental y reducir el estigma asociado a pedir ayuda.
  • Participación estudiantil: incluir a los alumnos en proyectos o clubes de bienestar que promuevan hábitos saludables, solidaridad y empatía.
  • Trabajo con familias: ofrecer talleres o guías para que los padres también apoyen el desarrollo socioemocional en casa.