Formación Continua y Desarrollo

Profesional (FCDP)


Pregunta: Mentoría o coaching personalizado

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

La mentoría o coaching personalizado es una de las modalidades de formación más potentes, porque permite un acompañamiento cercano y adaptado a la realidad de cada docente.


A diferencia de los cursos grupales, este formato ofrece retroalimentación directa sobre la práctica en aula, lo que facilita cambios reales en la enseñanza.


Evaluar el interés en este indicador es crucial para saber si los profesores están dispuestos a abrirse a la observación y a recibir apoyo individualizado, algo que impacta directamente en la calidad educativa del colegio.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un bajo interés puede reflejar resistencias naturales a ser observados, temores de juicio o falta de confianza en el proceso.


Esto podría limitar la implementación de programas de mentoría interna o externa, reduciendo la capacidad de la institución de generar mejoras sostenidas y personalizadas en la práctica pedagógica.


Además, puede interpretarse como una necesidad de reforzar la cultura de retroalimentación constructiva dentro del colegio.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Un alto interés muestra que los docentes están abiertos a la mejora continua y a la retroalimentación profesional, lo que fortalece la cultura de colaboración y confianza en la institución.


Este tipo de programas suele generar impactos más rápidos y profundos en la calidad de la enseñanza, pues cada docente recibe apoyo concreto y ajustado a su estilo, asignatura y contexto.


Además, fomenta el desarrollo de líderes pedagógicos internos y consolida la visión de una escuela que acompaña y valora a su profesorado.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Crear un clima de confianza y confidencialidad, asegurando que la mentoría no se perciba como control ni supervisión, sino como un apoyo genuino.
  • Seleccionar y formar a los mentores en habilidades de acompañamiento y retroalimentación constructiva, evitando enfoques punitivos.
  • Iniciar con programas piloto voluntarios, para que los docentes más motivados den ejemplo y generen confianza en sus pares.
  • Establecer objetivos claros y alcanzables en cada proceso de acompañamiento, para que los docentes vean resultados tangibles en su práctica.
  • Reconocer públicamente el valor de quienes participan en mentorías, fortaleciendo la idea de que este proceso es parte del crecimiento profesional y no de la evaluación.