Detección de Situaciones
Anómalas (DSA)
Pregunta: Me siento seguro/a en los baños,
pasillos y salones
Por qué esta pregunta es relevante
La seguridad física y emocional dentro de las instalaciones escolares es un pilar para el aprendizaje.
Si un estudiante no se siente seguro en baños, pasillos o salones, su concentración, asistencia y participación se ven afectadas.
Este indicador también revela posibles
zonas vulnerables donde pueden ocurrir situaciones de acoso, intimidación o incidentes disciplinarios que no siempre son visibles para los adultos.
Implicaciones de un resultado bajo
Un puntaje bajo sugiere que existen espacios inseguros o percepciones negativas que pueden deberse a falta de supervisión, iluminación deficiente, conflictos entre estudiantes o condiciones físicas inadecuadas.
Esto podría derivar en ausentismo, estrés escolar, bajo rendimiento y un deterioro en el clima escolar.
Además, aumenta el riesgo de
situaciones de acoso no detectadas y de pérdida de confianza en la institución.
Ventajas al tener un resultado alto
Cuando el alumnado percibe que todos los espacios son seguros, aumenta la tranquilidad y la disposición para aprender, se fortalece la convivencia y la confianza hacia el personal escolar.
También se promueve un ambiente de respeto y cuidado donde la prevención del acoso y la violencia se vuelve más efectiva.
Un entorno seguro es un factor clave para la
retención escolar y la reputación positiva del centro.
Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Prioridad alta:
- Mapeo de zonas vulnerables: Identificar los espacios donde los estudiantes se sienten menos seguros mediante encuestas, observaciones y entrevistas.
- Mayor supervisión en horarios críticos: Aumentar la presencia de docentes o personal de apoyo en pasillos y baños, especialmente en recreos y cambios de clase.
- Iluminación y visibilidad: Garantizar que todos los espacios estén bien iluminados y sin puntos ciegos.
Prioridad media:
- Campañas de convivencia: Implementar charlas, talleres y actividades sobre respeto, cuidado mutuo y uso responsable de los espacios comunes.
- Protocolos claros de denuncia: Establecer canales confidenciales y accesibles para reportar situaciones de acoso o violencia.
- Mejoras físicas: Reparar puertas, cerraduras, ventanas o cualquier elemento que pueda generar sensación de inseguridad.
Prioridad baja (mantenimiento a largo plazo):
- Patrullas o mediadores escolares: Involucrar a estudiantes capacitados para apoyar la vigilancia y la convivencia en pasillos y salones.
- Evaluaciones periódicas: Realizar mediciones regulares del indicador para detectar mejoras o retrocesos.