Detección de Situaciones

Anómalas (DSA)


Pregunta: Me han pedido que no cuente algo que ocurrió entre nosotros

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Este indicador es clave para evaluar la presencia de posibles dinámicas de silencio o secretismo dentro de la comunidad escolar.


Cuando un estudiante recibe la instrucción de “no contar algo” sobre un hecho compartido, puede estar relacionado con conflictos, situaciones de acoso, conductas inadecuadas o incluso riesgos de seguridad.


Medir este aspecto permite detectar la existencia de comportamientos que puedan vulnerar la confianza, la transparencia y el bienestar emocional del alumnado.


Además, ayuda a identificar si existe una cultura de comunicación abierta o, por el contrario, de ocultamiento.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un puntaje bajo (pocos estudiantes han recibido este tipo de peticiones) implica un ambiente más seguro, con relaciones interpersonales basadas en la confianza y en la transparencia.


También sugiere que los estudiantes se sienten libres para comunicar lo que sucede, lo cual es un pilar para la prevención de conflictos y situaciones de riesgo.


No obstante, un valor bajo no debe llevar a la complacencia: es importante mantener canales efectivos de comunicación y protocolos claros para reportar cualquier incidente.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

En este caso, un resultado alto no es positivo: significaría que muchos estudiantes reciben peticiones para guardar silencio sobre hechos relevantes, lo que puede ser una señal de acoso escolar, manipulación, presiones grupales o intentos de ocultar conductas inapropiadas.


Esto afecta la seguridad emocional, fomenta el miedo o la complicidad forzada y erosiona la confianza en los adultos de referencia.


Además, podría indicar falta de protocolos eficaces o desconocimiento por parte de los estudiantes sobre cómo actuar.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Implementar y reforzar protocolos claros de denuncia y acompañamiento, asegurando que los estudiantes sepan a quién acudir y qué pasos seguir.
  • Capacitar al personal docente y no docente en detección temprana de conductas de secretismo ligadas a riesgos o acoso.
  • Fomentar una cultura de apertura y seguridad psicológica, donde contar lo que sucede no implique represalias ni pérdida de confianza.


Complementarios:


  • Realizar talleres de habilidades socioemocionales y asertividad para que los estudiantes sepan identificar cuándo una petición de silencio es inapropiada y cómo responder.
  • Difundir campañas internas que refuercen el mensaje: “En nuestro colegio, si algo te preocupa, lo cuentas”.
  • Crear espacios seguros y confidenciales de conversación (orientación escolar, buzones físicos o digitales de confianza).