Detección de Situaciones

Anómalas (DSA)


Pregunta: ¿Hay algún adulto en el colegio con quien puedas hablar si algo te molesta o te preocupa?

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Este indicador es clave para medir el nivel de confianza y cercanía que sienten los estudiantes hacia los adultos del colegio (docentes, orientadores, personal de apoyo).


La existencia de un adulto de referencia es fundamental para la seguridad emocional de los alumnos y para prevenir situaciones de riesgo, ya que facilita la comunicación temprana sobre problemas como acoso escolar, conflictos familiares o dificultades emocionales.


Además, refleja la cultura de cuidado y acompañamiento que tiene el centro educativo.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un puntaje bajo indica que los estudiantes no identifican claramente a un adulto de confianza dentro del colegio.


Esto puede derivar en aislamiento emocional, menor reporte de problemas y mayor vulnerabilidad frente a situaciones de riesgo.


También sugiere que la relación entre el personal y los alumnos podría ser percibida como distante o poco accesible, afectando la convivencia y el bienestar escolar.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Cuando la mayoría de los estudiantes responde afirmativamente, significa que existe un ambiente de confianza y apoyo emocional en el colegio.


Esto se traduce en detección temprana de problemas, mejor clima escolar, prevención de casos de acoso y mayor sentido de pertenencia.


Además, la buena comunicación con adultos de referencia favorece la resiliencia y el bienestar socioemocional de los alumnos.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Establecer la figura del “adulto de referencia” para cada grupo de estudiantes (tutor/a, orientador/a o docente asignado), asegurando que todos sepan quién es.
  • Capacitar a todo el personal en habilidades de escucha activa y comunicación empática, para que los alumnos perciban cercanía y disponibilidad.
  • Promover espacios regulares de diálogo (reuniones de tutoría, círculos de confianza, charlas informales en recreos) donde los estudiantes puedan expresar preocupaciones.


Complementarios:



  • Visibilizar y difundir a través de carteles, web o reuniones quiénes son los adultos disponibles para apoyo emocional.
  • Incluir actividades socioemocionales que fomenten la confianza y el vínculo entre alumnos y personal.
  • Crear protocolos claros y confidenciales para que los estudiantes puedan pedir ayuda sin temor a represalias o exposición.