Opinión Estudiantil

sobre Docentes (OED)


Pregunta: Grita a menudo

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

La percepción de los alumnos respecto a si un profesor grita con frecuencia es un indicador muy valioso de clima escolar y de la calidad de la relación pedagógica.


Cuando un docente eleva constantemente la voz, los estudiantes pueden interpretarlo como una señal de falta de control emocional o de ambiente tenso en el aula, lo cual impacta directamente en la motivación, la disciplina y el aprendizaje.


Además, la forma de comunicación del docente influye en cómo los alumnos perciben la autoridad y el respeto dentro del aula.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Un resultado bajo (es decir, que los alumnos perciben que sus profesores no gritan con frecuencia) indica que existe un clima positivo, respetuoso y seguro, donde la autoridad se ejerce de manera adecuada sin necesidad de recurrir al grito.


Esto refleja un buen manejo de aula, lo cual favorece la concentración, la confianza y la disposición para aprender.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Un resultado alto en este indicador (es decir, que los alumnos perciben que los profesores gritan a menudo) trae consecuencias negativas importantes: puede generar miedo, desmotivación y resistencia al aprendizaje.


También se deteriora la imagen del docente como modelo de autocontrol y respeto.


A largo plazo, un exceso de gritos puede normalizar una cultura escolar basada en la imposición y no en la cooperación, afectando la convivencia y la disciplina.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


Formación y apoyo docente:

  • Capacitar a los docentes en estrategias de manejo de aula sin necesidad de gritar, como rutinas claras, uso de señales visuales o gestuales, y técnicas de disciplina positiva.
  • Ofrecer talleres de gestión emocional y autocontrol para el profesorado.

Cultura escolar y normas claras:

  • Establecer protocolos de convivencia claros, comunicados a estudiantes y familias, para evitar que los docentes se sientan obligados a recurrir al grito como recurso de autoridad.
  • Promover en el colegio una cultura de comunicación respetuosa como valor institucional.

Acompañamiento y seguimiento:

  • Implementar un programa de observación en el aula (peer coaching o retroalimentación entre docentes) para detectar situaciones donde el grito se está utilizando en exceso.
  • Dar espacios de retroalimentación individual a los profesores donde se les reconozcan sus avances en el manejo del aula sin gritos.

Recursos de apoyo:

  • Dotar a los docentes de estrategias didácticas activas que aumenten la participación y reduzcan la indisciplina.
  • Fomentar la práctica de técnicas de relajación o mindfulness breves para los momentos de tensión en clase.