Satisfacción de Actividades Extraescolares (SATAE)


Pregunta: ¿Te pareció conveniente el horario en que se realizó la actividad?

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Este indicador es muy importante porque el horario influye directamente en la participación y el aprovechamiento de las actividades.


Un horario bien planificado permite que los estudiantes asistan sin afectar negativamente sus responsabilidades académicas, familiares o personales.


Además, refleja el grado de organización y sensibilidad del colegio frente a la realidad de sus alumnos.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Si los estudiantes perciben que el horario es poco conveniente, se pueden generar bajas tasas de asistencia, abandono de las actividades, cansancio acumulado y desinterés.


También puede ocasionar que los alumnos prioricen otras obligaciones y releguen las actividades extraescolares, lo que disminuye su impacto formativo.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Un resultado positivo implica que el colegio ha logrado adaptar los horarios a las necesidades y ritmos de los alumnos, fomentando la participación sostenida.


Esto genera mayor motivación, compromiso y satisfacción, contribuye al equilibrio entre lo académico y lo recreativo, y proyecta una imagen de institución que valora el bienestar integral del estudiante.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Consulta directa a los alumnos: Realizar encuestas breves o votaciones para identificar los horarios preferidos según grupos de edad.
  • Flexibilidad: Ofrecer, cuando sea posible, más de una franja horaria o actividades alternativas que permitan la elección del estudiante.
  • Coordinación con la carga académica: Evitar programar actividades justo después de exámenes, jornadas largas o en horarios que interfieran con el transporte escolar.
  • Comunicación anticipada: Informar los horarios con suficiente antelación para que las familias puedan organizarse.
  • Evaluación continua: Revisar periódicamente la asistencia y retroalimentación de los alumnos para ajustar horarios si se detectan bajas participaciones.
  • Equilibrio descanso–actividad: Garantizar que el horario permita al estudiante mantener un balance entre estudio, recreación y descanso.