Satisfacción de Actividades Extraescolares (SATAE)


Pregunta: ¿Consideras que participar en esta actividad ha influido en tu desempeño académico o en tus hábitos de estudio (ya sea de forma

positiva o negativa)?

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Este indicador es clave porque permite identificar la relación entre las actividades extraescolares y el rendimiento académico.


No basta con que estas actividades sean atractivas o formativas en lo social; también es importante saber si complementan o interfieren en los hábitos de estudio y desempeño escolar.


Medir esta percepción ayuda a valorar si el colegio está logrando un equilibrio entre la vida académica y la vida extracurricular.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Si los alumnos consideran que la actividad afecta negativamente su rendimiento académico, puede deberse a sobrecarga horaria, falta de coordinación con tiempos de estudio o cansancio acumulado.


Esto podría generar tensiones entre las familias y el colegio, desmotivación en la asistencia y la percepción de que las actividades restan más que suman.


A largo plazo, puede debilitar la confianza de los padres en la oferta extraescolar.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Cuando los alumnos perciben que las actividades impactan de forma positiva en su estudio, significa que estas están contribuyendo a mejorar la disciplina, la organización del tiempo, la concentración y la motivación académica.


Además, se fortalece el mensaje institucional de que el colegio es un espacio que forma integralmente, donde lo académico y lo extracurricular se complementan en beneficio del estudiante.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Ajuste de horarios: Garantizar que las actividades no interfieran con tiempos de estudio o descanso, y que estén programadas de manera equilibrada respecto a la carga académica.
  • Integración pedagógica: Relacionar, cuando sea posible, los aprendizajes de la actividad con contenidos o competencias escolares (ejemplo: actividades deportivas para reforzar disciplina y concentración; artísticas para creatividad en proyectos).
  • Orientación en hábitos de estudio: Aprovechar las actividades para reforzar valores como la responsabilidad, la constancia y la autogestión del tiempo.
  • Comunicación con las familias: Explicar a los padres cómo las actividades pueden influir positivamente en la organización y hábitos de sus hijos, reduciendo la idea de que compiten con lo académico.
  • Seguimiento individual: Identificar estudiantes que puedan estar presentando bajo rendimiento relacionado con la sobrecarga y acompañarlos con estrategias de equilibrio.
  • Espacios de reflexión con alumnos: Incluir dinámicas cortas en las que los propios estudiantes compartan cómo aplican lo aprendido en la actividad a su vida académica (ejemplo: disciplina de un deporte aplicada al estudio).