Satisfacción de Actividades Extraescolares (SATAE)
Pregunta: ¿Consideras que participar en esta actividad ha influido en tu desempeño académico o en tus hábitos de estudio (ya sea de forma
positiva o negativa)?
Por qué esta pregunta es relevante
Este indicador es clave porque permite identificar la relación entre las actividades extraescolares y el rendimiento académico.
No basta con que estas actividades sean atractivas o formativas en lo social; también es importante saber si complementan o interfieren en los hábitos de estudio y desempeño escolar.
Medir esta percepción ayuda a valorar si el colegio está logrando un equilibrio entre la vida académica y la vida extracurricular.
Implicaciones de un resultado bajo
Si los alumnos consideran que la actividad afecta negativamente su rendimiento académico, puede deberse a sobrecarga horaria, falta de coordinación con tiempos de estudio o cansancio acumulado.
Esto podría generar tensiones entre las familias y el colegio, desmotivación en la asistencia y la percepción de que las actividades restan más que suman.
A largo plazo, puede debilitar la confianza de los padres en la oferta extraescolar.
Ventajas al tener un resultado alto
Cuando los alumnos perciben que las actividades impactan de forma positiva en su estudio, significa que estas están contribuyendo a mejorar la disciplina, la organización del tiempo, la concentración y la motivación académica.
Además, se fortalece el mensaje institucional de que el colegio es un espacio que
forma integralmente, donde lo académico y lo extracurricular se complementan en beneficio del estudiante.
Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Prioritarios:
- Ajuste de horarios: Garantizar que las actividades no interfieran con tiempos de estudio o descanso, y que estén programadas de manera equilibrada respecto a la carga académica.
- Integración pedagógica: Relacionar, cuando sea posible, los aprendizajes de la actividad con contenidos o competencias escolares (ejemplo: actividades deportivas para reforzar disciplina y concentración; artísticas para creatividad en proyectos).
- Orientación en hábitos de estudio: Aprovechar las actividades para reforzar valores como la responsabilidad, la constancia y la autogestión del tiempo.
- Comunicación con las familias: Explicar a los padres cómo las actividades pueden influir positivamente en la organización y hábitos de sus hijos, reduciendo la idea de que compiten con lo académico.
- Seguimiento individual: Identificar estudiantes que puedan estar presentando bajo rendimiento relacionado con la sobrecarga y acompañarlos con estrategias de equilibrio.
- Espacios de reflexión con alumnos: Incluir dinámicas cortas en las que los propios estudiantes compartan cómo aplican lo aprendido en la actividad a su vida académica (ejemplo: disciplina de un deporte aplicada al estudio).