Formación Continua y Desarrollo

Profesional (FCDP)


Pregunta: Cursos o talleres presenciales tradicionales

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Medir el interés de los docentes en la formación presencial tradicional es clave porque permite identificar la disposición del profesorado a involucrarse en un formato clásico, que históricamente ha sido el más utilizado en el ámbito educativo.


La modalidad presencial fomenta el contacto directo, la interacción entre pares y el aprendizaje colaborativo, aspectos muy valiosos para la actualización profesional.


Además, conocer esta preferencia ayuda a planificar la oferta formativa del colegio de manera ajustada a las expectativas reales del equipo docente.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Si el nivel de interés es bajo, podría indicar que los docentes prefieren alternativas más flexibles (virtuales, híbridas o asincrónicas) por razones de tiempo, desplazamiento o compatibilidad con su carga laboral.


Esto puede significar un riesgo de baja asistencia a capacitaciones presenciales, afectando la efectividad de la inversión en este tipo de programas.


También puede reflejar cansancio o desmotivación hacia formatos tradicionales que no siempre responden a las necesidades actuales del profesorado.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Un alto interés revela que los docentes valoran el aprendizaje cara a cara y están dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo en su desarrollo profesional.


Esto se traduce en un mejor clima de colaboración, en la posibilidad de fortalecer la identidad institucional y en el aprovechamiento de dinámicas formativas más ricas (debates, role play, aprendizaje experiencial).


Además, facilita a la institución asegurar la participación activa en sus planes de capacitación.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


  • Diseñar cursos presenciales que sean altamente pertinentes a la práctica docente, vinculados directamente a los retos en aula y al contexto escolar.
  • Ofrecer horarios compatibles con la carga laboral, evitando solaparse con actividades críticas del calendario escolar.
  • Incluir metodologías activas (aprendizaje basado en proyectos, estudios de caso, trabajo colaborativo) que hagan de la formación presencial una experiencia atractiva y diferenciada frente a la virtualidad.
  • Reconocer formalmente la asistencia mediante certificados o constancias que puedan ser útiles en el desarrollo profesional de los docentes.
  • Generar espacios de convivencia y networking dentro de los talleres presenciales para reforzar la percepción de valor agregado.