Satisfacción de Alumnos

Titulados (SATAT)


Pregunta: ¿Hay algún aspecto de la educación o formación en el colegio que, a tu juicio, podría mejorarse para las futuras generaciones?

Por qué esta pregunta es relevante
Objetivo con una flecha en el centro.

Este indicador es de gran importancia porque recoge la visión retrospectiva de los egresados, quienes ya pasaron por el colegio y tienen la experiencia de contrastar lo aprendido con los retos posteriores en la universidad, el trabajo o la vida personal.


Al ser abierta, permite obtener información concreta sobre vacíos, debilidades o necesidades no cubiertas que pueden orientar la mejora continua del colegio.


En síntesis, esta pregunta actúa como un espejo estratégico para revisar y ajustar el modelo formativo.

Implicaciones de un resultado bajo
Icono de pulgar hacia abajo negro.

Si las respuestas concentran numerosas observaciones críticas, puede reflejar que los egresados no sienten que la formación los preparó adecuadamente en algunos aspectos clave.


Esto puede afectar la reputación institucional y la disposición de los exalumnos a recomendar el colegio.


También puede evidenciar desfase entre el currículo y las demandas actuales (ej. tecnología, pensamiento crítico, emprendimiento, idiomas).


Si no se atienden esas observaciones, existe riesgo de que el colegio pierda relevancia y competitividad frente a otros.

Ventajas al tener un resultado alto
Icono de pulgar hacia arriba negro, que representa aprobación o una respuesta positiva.

Cuando los egresados expresan que hay pocos aspectos a mejorar o sus sugerencias son muy puntuales, el colegio puede interpretar que su modelo educativo está bien valorado.


Además, las sugerencias constructivas se convierten en insumos prácticos para la innovación, sin cuestionar la esencia del proyecto educativo.


Esto fortalece la relación con los egresados, quienes perciben que el colegio los escucha y valora su opinión como parte de la comunidad educativa a largo plazo.

Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Portapapeles con tres elementos marcados.

Prioritarios:


Categorización de respuestas:

  • Clasificar las sugerencias de mejora en ejes como: currículo académico, métodos de enseñanza, uso de tecnología, idiomas, orientación vocacional, actividades extracurriculares, formación en valores.
  • Identificar cuáles categorías se repiten más para priorizar acciones.

Diseño de planes de mejora específicos:

  • Para cada área señalada, establecer un plan de acción concreto con metas, responsables y tiempos de ejecución.
  • Diferenciar entre mejoras a corto plazo (ajustes de actividades, refuerzo de talleres, actualización de herramientas digitales) y estratégicas a largo plazo (rediseño curricular, formación docente, nuevas alianzas institucionales).

Participación de egresados en el cambio:

  • Invitar a exalumnos a comités de calidad o innovación educativa como asesores externos.
  • Crear espacios de diálogo (talleres, paneles) donde puedan compartir su visión con directivos y docentes.

Comunicación de mejoras implementadas:

  • Informar a la comunidad educativa y a los egresados qué cambios se han hecho a partir de sus sugerencias.
  • Esto genera un círculo de retroalimentación positiva y confianza en que sus opiniones son tomadas en cuenta.

Aprovechamiento estratégico:

  • Usar las observaciones de egresados como evidencia para procesos de acreditación, certificaciones de calidad o diferenciación institucional.
  • Incorporarlas en los planes de mejora institucional para mantener al colegio actualizado y competitivo.