Detección de Situaciones
Anómalas (DSA)
Pregunta: ¿Hay algo que te haya hecho sentir mal o incómodo/a en el colegio y que quieras contar (no digas nombres si no quieres)?
Por qué esta pregunta es relevante
Este indicador es fundamental porque permite detectar posibles situaciones de malestar, conflicto o riesgo que los estudiantes pueden estar viviendo, y que tal vez no se hayan expresado por otros canales.
Es una vía directa para conocer percepciones de seguridad emocional y física, así como la calidad del clima escolar.
Además, su carácter abierto facilita que los alumnos hablen de
temas sensibles como bullying, discriminación, exclusión social o problemas con instalaciones y normas, ofreciendo información difícil de obtener con preguntas cerradas.
Implicaciones de un resultado bajo
Un bajo nivel de respuestas que indiquen malestar puede significar que el colegio ha conseguido un entorno seguro y acogedor, o bien que existe miedo o desconfianza para expresar problemas.
Si el alumnado no reporta incomodidad por falta de confianza en los canales de comunicación, podría implicar que los conflictos pasan inadvertidos y no se gestionan a tiempo, lo que aumenta el riesgo de que
problemas pequeños se agraven.
Ventajas al tener un resultado alto
En este caso, un número mayor de respuestas señalando situaciones incómodas no es necesariamente negativo: indica que existe confianza para hablar y que los estudiantes ven la encuesta como un espacio seguro para expresarse.
Esto da al colegio la oportunidad de detectar y abordar problemas de forma temprana, fortalecer la cultura de cuidado y demostrar compromiso con el bienestar.
Cuando se actúa sobre estas expresiones, se construye una
relación de confianza y credibilidad entre estudiantes y personal educativo.
Recomendaciones prácticas (priorizadas)
Prioridad alta:
- Establecer canales seguros y confidenciales para que los estudiantes reporten situaciones incómodas (buzones físicos, formularios digitales anónimos, sesiones con orientadores).
- Formar a docentes y personal de apoyo en habilidades de escucha activa y manejo de quejas, garantizando respuestas empáticas y no punitivas.
- Comunicar acciones concretas tomadas a partir de las quejas o comentarios recibidos, para que el alumnado vea que sus aportes generan cambios reales.
Prioridad media:
- Fomentar espacios de diálogo como tutorías grupales o asambleas de aula donde se trabajen temas de convivencia, respeto y empatía.
- Revisar y reforzar protocolos frente a acoso escolar, discriminación o conflictos, asegurando que todos sepan cómo actuar.
Prioridad baja (pero recomendable):
- Integrar actividades de educación socioemocional en el currículo para que el alumnado aprenda a expresar sus emociones y necesidades de forma asertiva.
- Visibilizar mensajes de respeto y cuidado mutuo en cartelería, campañas y eventos escolares, reforzando la cultura de bienestar.